Escribe tu historia
CÓMO LA ESCRITURA PUEDE AYUDARTE A CONECTAR CONTIGO MISMO EN ESTAS FIESTAS

Diciembre no viene solo. Trae consigo una invitación a reflexionar. O al menos, así lo siento yo. Hace años que tomé por costumbre dedicar un momento en estas fechas a escribirme una carta, en la que recojo lecciones del año que termina, todo lo que me gustaría vivir y los sueños que quiero cumplir.
¿Por qué lo hago? Porque creo que la relación más importante que debo cuidar es la que tengo conmigo misma. Si yo no me escucho, si no me valoro ni cumplo lo que me prometo, ¿Quién lo va hacer?
La escritura tiene ese poder de conectarte con lo esencial. Y no necesitas ser una experta para aprovecharlo. Solo un bolígrafo, algo en lo que escribir y la voluntad de dedicarte un rato en el que puedas mirarte con sinceridad.
Durante estas fiestas, estoy lanzando varios servicios que pueden ayudarte a descubrir ese espacio personal. En medio de tanto ruido, la escritura puede convertirse en un refugio donde recargues pilas y encuentres claridad.
La escritura como herramienta de reflexión
Escribir nos invita a detenernos, a respirar y a reflexionar. Es una práctica sencilla, pero muy poderosa, porque puede ayudarte a:
- Reconocer lo vivido: dar sentido al año que termina, celebrando tanto los pequeños como los grandes logros y ver el lado bueno de las cosas, incluso en los momentos menos generosos.
- Liberar lo que pesa: poner en palabras lo que llevamos dentro, lo que nos incomoda o nos duele.
- Imaginar el futuro: permitirnos soñar libremente, trazar nuestras metas y trazar la historia del próximo capítulo de nuestra vida.
¿Cómo empezar?
Si nunca has probado a escribir para reflexionar, aquí te dejo algunas prácticas sencillas y muy valiosas:
Piensa sobre el año que termina:
- Carta de agradecimiento: escríbete una carta a ti mismo o a alguien especial, reconociendo los logros, los aprendizajes y los momentos que han marcado tu año.
- Lista de momentos especiales: haz una lista de los instantes más felices que viviste este año. ¿Qué te enseñaron? ¿Cómo te hicieron sentir?
- Despide el Año Viejo: Imagina que el 2024 es una persona. Escríbele sobre lo que te llevas de su compañía y aquello que decides dejar atrás.
Encuentra bienestar:
- Lluvia de palabras: escribe lo primero que te venga a la mente sobre cómo estás viviendo diciembre.
- Escribe para aliviar el estrés: dedica unos minutos a hacer una lista con todo lo que te preocupa o te molesta en esta época. Luego, pregúntate: ¿qué de esto está bajo mi control?
Proyecta el Nuevo Año:
- Escribe tu Historia: Imagina tu vida a finales del 2025. ¿Cómo te gustaría que fuera? Permítete soñar a lo grande.
- Reflexiona sobre los cambios: escribe sobre cómo quieres sentirte el próximo año y qué pequeños pasos podrían acercarte a esa sensación.
- Responde a preguntas que te inspiren: ¿Qué quiero aprender en 2025? ¿Cómo quiero cuidar de mí misma? ¿Qué quiero dejar atrás para avanzar?
«Escribir, además de ser un ejercicio creativo, es una práctica de autocuidado»
Hay estudios que afirman que la escritura reflexiva puede reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y ayudarnos a procesar emociones difíciles.
Por eso, Diciembre, con sus luces y sombras, es el momento perfecto para probarlo. Tanto si te encanta la Navidad como si te consideras un Grinch, escribir te ofrece un espacio para cuidar de ti misma. Como te dije antes, no necesitas grandes preparativos ni habilidades especiales. Es una práctica íntima y personal. Puedes usar un diario, una hoja suelta o incluso una nota del móvil. Lo importante es dedicarte unos minutos para ti, para escribir y reconectar con lo que realmente valoras.
Siempre digo que nací con papel y boli bajo el brazo. Fue hace unos años, hablando con una amiga, cuando me dio la idea de escribir una carta cuando comience el año. Y lo cogí de costumbre.
Esas cartas se han convertido en una brújula a la que recurro cuando me veo perdida. Leerlas me ayuda a reencontrarme, a levantarme y a seguir apostando por mí misma.
Escribir me permite mostrarme al mundo tal cual soy, apoyarme, avanzar y reencontrarme.
Es hora de empezar
No necesitas una libreta bonita ni dedicar mucho tiempo. Sólo responder a una pregunta sencilla:
¿Qué pasaría si este año me diera el regalo de escribir mi propia historia?
Este diciembre, hazte el regalo de quedar contigo misma.